8 de septiembre de 2010

Calma las lluvias Señor

                                          Señor:
Nuestras almas, como la tierra
esperan con ansia tus bendiciones.
Padre... tú prometiste escuchar
nuestras plegarias, del que te pide
con fé. Sabemos que la lluvia es una
bendición en nuestros campos  para
fecundarlos,  para colmar la sed en
la ciudad y remediar múltiples
necesidades.
Padre... Te pedimos en el nombre
de Jesus, que calmes las lluvias
para no perder los sembrados ni
vidas humanas en ella.
AMEN.